¿Malos Tiempos para la Lírica? Puede...

Golpes Bajos
ya nos advirtió de ello con esa fabulosa canción que siempre formará parte de nuestra mejor herencia musical. También el poeta Bertolt Brecht, cuyo lúcido poema Schlechte Zeit für Lyrik (Malos Tiempos para la Lírica) reflexionaba -cien años atrás- sobre cómo él y su entorno vivían cada vez más acorralados...
Pero ¿y hoy? ¿Acaso no estamos ahora -igual que entonces- cada vez más cercados en demasiados aspectos? Y con respecto a la Literatura ¿realmente nos quieren hacer creer que su capacidad de nombrar lo inombrable del modo más conciso resulta innecesaria? ¿O no resulta escandaloso cómo se margina a la Lírica en particular, cuya incisiva sagacidad puede despertar la capacidad crítica de quién la lee?
Bajo el endeble argumento de que la lírica no merece ser fomentada porque no produce suficientes lectores..., se contrapone la evidencia de que precisamente la Lírica Clásica, incluso en esta mercantilizada civilización, sigue siendo capaz de remover nuestras conciencias y de educar nuestra reflexión hasta el punto de llevarnos a (re)plantear algunos de nuestros enquistados comportamientos. De modo que, por mucho que quieran silenciar la importancia del Arte, de la Cultura, de la Filosofía, de la Literatura en general o de la lírica en particular... ¡No deberíamos olvidar cuánto pueden apuntalar nuestra sociedad!
Y ésta es la razón por la que existe este blog: para reivindicar su importancia y contribuir a su divulgación.

Miriam Dauster (poetryandmore)


domingo, 25 de septiembre de 2011

La mejor Iglesia es la que arde

O eso -por lo menos- dicen algunos... Y no me extraña, porque no doy crédito a lo que leo: según parece la ciudad de Bilbao ha gastado alrededor de 4 millones de euros en rehabilitar parte de su catedral. Y las dudas que me asaltan con semejante noticia son tantas, me indignan tanto y me entristecen de tal modo, que tengo ganas de gritar:
¡¡¡¿Cómo es posible?!!! 
¡¡¿Realmente era necesario?!!
¡¿De verdad, a estas alturas, alguien me quiere hacer creer que la Iglesia sabe distinguir -de todo lo que predica...- cuáles son las prioridades que debería atender?!
¿No les da vergüenza a sus feligreses -esos que se tienen por cristianos y pidaosos- saber que con 4 millones de euros, podría paliarse en algo el hambre que mata a diario a miles de personas?
Sinceramente, vergüenza me daría pertenecer a los que -directa o indirectamente- forman parte de un tinglado así, que lo consiente y justifica bajo reclamos turísticos (económicos) culturales o espirituales... desde el que da el dinero, al que acepta el encargo o al que va a disfrutar del edificio... Todo esto sin entrar en de dónde diablos ha salido esa escandalosa suma de dinero... o en los excesos de la bochornosa visita del Papa a Madrid.
En fin, en realidad no sé por qué sigo sorprendiéndome, pues hace ya mucho leí la advertencia del poeta Walter Benjamin:
Iglesia
En un momento cualquiera me quitaron todos los alimentos que tenía en las manos.
Me acordé entonces de que a la derecha, junto a mi sillón, un tanto oculta para los otros, había una bolsa de galletas.
La cogí satisfecho, y en ese instante tuve un cruce tan curioso de sentimientos de martirio y bienestar que dije:
"Ahora soy la Iglesia".
Al expresarlo, me sentí como un canónigo gordinflón sentado en mi butaca, pero con aspecto de gran seriedad, casi de tristeza.

En fin amigos, parece que esto es lo que hay...
pero como diría Miguel Hernández: 

Yo que creí que la luz era mía 
precipitado en la sombra me veo.

(poetryandmore)