¿Malos Tiempos para la Lírica? Puede...

Golpes Bajos
ya nos advirtió de ello con esa fabulosa canción que siempre formará parte de nuestra mejor herencia musical. También el poeta Bertolt Brecht, cuyo lúcido poema Schlechte Zeit für Lyrik (Malos Tiempos para la Lírica) reflexionaba -cien años atrás- sobre cómo él y su entorno vivían cada vez más acorralados...
Pero ¿y hoy? ¿Acaso no estamos ahora -igual que entonces- cada vez más cercados en demasiados aspectos? Y con respecto a la Literatura ¿realmente nos quieren hacer creer que su capacidad de nombrar lo inombrable del modo más conciso resulta innecesaria? ¿O no resulta escandaloso cómo se margina a la Lírica en particular, cuya incisiva sagacidad puede despertar la capacidad crítica de quién la lee?
Bajo el endeble argumento de que la lírica no merece ser fomentada porque no produce suficientes lectores..., se contrapone la evidencia de que precisamente la Lírica Clásica, incluso en esta mercantilizada civilización, sigue siendo capaz de remover nuestras conciencias y de educar nuestra reflexión hasta el punto de llevarnos a (re)plantear algunos de nuestros enquistados comportamientos. De modo que, por mucho que quieran silenciar la importancia del Arte, de la Cultura, de la Filosofía, de la Literatura en general o de la lírica en particular... ¡No deberíamos olvidar cuánto pueden apuntalar nuestra sociedad!
Y ésta es la razón por la que existe este blog: para reivindicar su importancia y contribuir a su divulgación.

Miriam Dauster (poetryandmore)


miércoles, 1 de abril de 2015

VIA CRUCIS

La devoción que sienten algunos por la Semana Santa no deja de sorprendernos a muchos... ¡cada año! Pero claro, como dijo P. Neruda:
La poesía no pertenece a quien la escribe 
sino a quien la necesita.
Algo así es lo que debe suceder con la Semana Santa, con la devoción ciega que guía a los de las procesiones que hacen suyo el mito de la fe cristiana. Y cómo discutir ese tipo de pasión... ese tipo de misterio... que se crea entre la imagen y el devoto, entre el fervor y el dolor... que, en cierto modo, es un misterio tan inexcrutable como el que un lector puede encontrar en un poema,  pues como dijo F. G. Lorca:
Poesía es la unión de dos palabras
que uno nunca supuso 
que pudieran juntarse
y que forman algo así 
como un misterio.
Aún así, por si hay algún cristiano que se siente atrapado por algunos de esos ritos e imágenes religiosas y no lo tiene del todo claro, quizás le ayude recordar que cuestionar las devociones absolutas es posible, y a veces, como nos mostró EL ROTO, resulta tan sorprendente como concluyente:

¡Feliz Semana Santa a todos!

Miriam Dauster (poetryandmore)