¿Malos Tiempos para la Lírica? Puede...

Golpes Bajos
ya nos advirtió de ello con esa fabulosa canción que siempre formará parte de nuestra mejor herencia musical. También el poeta Bertolt Brecht, cuyo lúcido poema Schlechte Zeit für Lyrik (Malos Tiempos para la Lírica) reflexionaba -cien años atrás- sobre cómo él y su entorno vivían cada vez más acorralados...
Pero ¿y hoy? ¿Acaso no estamos ahora -igual que entonces- cada vez más cercados en demasiados aspectos? Y con respecto a la Literatura ¿realmente nos quieren hacer creer que su capacidad de nombrar lo inombrable del modo más conciso resulta innecesaria? ¿O no resulta escandaloso cómo se margina a la Lírica en particular, cuya incisiva sagacidad puede despertar la capacidad crítica de quién la lee?
Bajo el endeble argumento de que la lírica no merece ser fomentada porque no produce suficientes lectores..., se contrapone la evidencia de que precisamente la Lírica Clásica, incluso en esta mercantilizada civilización, sigue siendo capaz de remover nuestras conciencias y de educar nuestra reflexión hasta el punto de llevarnos a (re)plantear algunos de nuestros enquistados comportamientos. De modo que, por mucho que quieran silenciar la importancia del Arte, de la Cultura, de la Filosofía, de la Literatura en general o de la lírica en particular... ¡No deberíamos olvidar cuánto pueden apuntalar nuestra sociedad!
Y ésta es la razón por la que existe este blog: para reivindicar su importancia y contribuir a su divulgación.

Miriam Dauster (poetryandmore)


domingo, 19 de junio de 2011

Todo el mundo tiene derecho a todos los derechos

La ONU vota por primera vez a favor de proteger a los homosexuales
Con este titular EL PAÍS encabezaba ayer una importante noticia: "Tras años de tentativas, el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU proclamó la 'tolerancia cero' contra cualquier tipo de discriminación o violencia por motivos de orientación sexual y pidió a los países miembros que actúen para poner fin a estos abusos."
La resolución fue apoyada por 23 votos, incluidos los EE.UU, la UE, los Estados Latinoamericanos y Brasil; y su texto, redactado por Sudáfrica no puede ser más claro:
Todo el mundo tiene derecho 
a todos los derechos y libertades
sin distinción de ningún tipo. 
Hermosas palabras, y obvias donde las haya... O no tanto, si nos enteramos que los 19 votos en contra de países africanos y árabes se basaron en que "antes debía haberse acordado una definición sobre lo que se entiende por orientación sexual."
¡¿Definirlo?! ¿Acaso el ser humano puede ser definido?
Es obvio que lo que persiguen no es una definición si no una interpretación, y no positiva como la del poeta Walt Whitman:
Un niño dijo:
¿Qué es la hierba? Trayéndome las dos manos de ella.
¿Qué podría contestar al niño?
Yo no sé, como él no sabe, qué es la hierba.

Creo que debe ser 
la bandera de mi ánimo
tejida con la materia verde de la esperanza.
Esperanza ausente en Mauritania, Sudán, Arabia Saudí, Irán, Yemen, 12 Estados del norte de Nigeria y partes meridionales de Somalia, en los que, a día de hoy, se sigue aplicando la pena de muerte a gays y lesbianas; y en 76 países todavía existe algún tipo de persecución.
Y mientras tanto, leemos lo que se supone es una buena noticia:
"Esta resolución de la ONU no necesita ser refrendada por la Asamblea General. A partir de ahora todos los países tendrán la responsabilidad de seguir el camino que le marca el organismo".

Aunque yo, a día de hoy, sigo considerando mucho menos ambiguas las palabras de Whitman escritas hace más de cien años, en las que la definición de ser humano está a salvo de cualquier eufemismo; de cualquier interpretación excluyente:
Transparente y tierna es mi alma;
transparente y tierno es también
todo lo que no es mi alma.

Si faltara uno, faltarían ambos
y lo invisible es probado por lo visible,
hasta que éste se vuelve invisible y
a su vez, es probado. 

Separando lo mejor de lo peor
las épocas disputan.
Pero como conozco la exacta
justicia y ecuanimidad de las cosas
mientras ellas discuten
yo permanezco silencioso


Grato es cada uno de mis órganos y de mis atributos.
Ni una pulgada ni una partícula de mi ser es vil
y todo en él me es familiar.

(poetryandmore)