¿Malos Tiempos para la Lírica? Puede...

Golpes Bajos
ya nos advirtió de ello con esa fabulosa canción que siempre formará parte de nuestra mejor herencia musical. También el poeta Bertolt Brecht, cuyo lúcido poema Schlechte Zeit für Lyrik (Malos Tiempos para la Lírica) reflexionaba -cien años atrás- sobre cómo él y su entorno vivían cada vez más acorralados...
Pero ¿y hoy? ¿Acaso no estamos ahora -igual que entonces- cada vez más cercados en demasiados aspectos? Y con respecto a la Literatura ¿realmente nos quieren hacer creer que su capacidad de nombrar lo inombrable del modo más conciso resulta innecesaria? ¿O no resulta escandaloso cómo se margina a la Lírica en particular, cuya incisiva sagacidad puede despertar la capacidad crítica de quién la lee?
Bajo el endeble argumento de que la lírica no merece ser fomentada porque no produce suficientes lectores..., se contrapone la evidencia de que precisamente la Lírica Clásica, incluso en esta mercantilizada civilización, sigue siendo capaz de remover nuestras conciencias y de educar nuestra reflexión hasta el punto de llevarnos a (re)plantear algunos de nuestros enquistados comportamientos. De modo que, por mucho que quieran silenciar la importancia del Arte, de la Cultura, de la Filosofía, de la Literatura en general o de la lírica en particular... ¡No deberíamos olvidar cuánto pueden apuntalar nuestra sociedad!
Y ésta es la razón por la que existe este blog: para reivindicar su importancia y contribuir a su divulgación.

Miriam Dauster (poetryandmore)


domingo, 14 de abril de 2013

Oír con ojos... es de amor talento

Estas últimas semanas han vuelto a ser trágicas para muchos que no consiguen sobrevivir en este devastado panorama social en el que nos obliga a vivir nuestro sistema político-financiero patológicamente corrupto... aunque para otros, además ha resultado 'definitiva'; una semana de muertes, algunas sonadas como la de Sara Montiel o Margaret Thatcher, y otras discretas como la de Jose Luis Sampedro. De la primera, todos los medios sin excepción se han encargado de comentar todo y más, pero de la segunda, no. En realidad, más bien al contrario. Porque lo significativo y realmente importante para muchos de nosotros de la muerte de la Mrs. Tatcher es el júbilo con el se ha recibido. Un júbilo que casi se diría silenciado aquí... (y no digamos por la 1 de TVE, ahora 'voz oficial' del PP) sino por todos los medios en general, que lo han comentado muy por encima, como obligados a reseñarlo no sólo porque ha provocado una explosión de alegría y no exclusivamente en Reino Unido, sino porque la Sra. Ana Botella, Alcadesa de Madrid -con su torpeza habitual-, nos ha vuelto a abochornar a muchos madrileños, pues según algunos medios de comunicación, ha manifestando su deseo de dedicarle una calle a Mrs. Tatcher. ¡Como si fueran suyas! Es lo que tiene el poder, que el que lo tiene no sólo puede joderte, acabar contigo, con tu empleo, tu casa, con la esperanza de una vida digna... además, te puede avergonzar de por vida.
¡Una calle en Madrid a Tatcher! Maldita sea, si tantas ganas tiene de hacerse una foto inaugurando algo, que le ponga una pedazo de Avenida a nuestra Saritísima que, al fin y al cabo, sigue siendo Mito Nacional al que han paseado por todo Madrid, cuerpo presente, y donde ha sido enterrada. Y no a Tatcher, esa tipeja despreciable que dejó a su país en la más absoluta de las miserias, lo arrasó, lo devoró y luego siguió relamiéndose con las sobras, y encima tuvo la gran suerte de morir demente, lo que le evitó tener que recordar todas y cada una de las atrocidades -y fueron muchas- a las que sometió a sus conciudadanos... hechos todos, evidentemente, más que demostrados y probados:
Como sucederá aquí, quedará probado y demostrado que ella hizo exactamente todo lo que, punto por punto, está haciendo y quiere seguir haciendo el PP en nuestro país. Porque a buenas todos parecemos buenos, pero a malas... Ah, ahí es donde la gente se retrata -al igual que los grupos de poder-... ahí puede salir todo, desde la cobardía, la sumisión, el egoísmo a, por supuesto, la maldad.
Y eso que aún queda lo peor, porque las consecuencias de todo lo que están haciendo serán mucho más devastadoras de lo que ahora somos capaces siquiera de imaginar. Lástima que la gente que votó a la Derecha no quisiera ver o no supiera ver. Como diría el gran poeta William Shakespeare:
Oh, aprende a leer 
lo que ha escrito el  amor silente.
Oír con ojos 
es patrimonio 
del exquisito ingenio del amor.
Sí, del amor, sólo del amor en todas sus manifestaciones, por lo que, obviamente, entre todas las muertes ocurridas en estos últimos días, quisiera dedicar esta entrada a alguien que fue lo más opuesto que existe a personas como M. Tatcher...  (o Ana Botella y todos los de su calaña), a: Jose Luis Sampedro que ha fallecido esta semana a los 96 años, y hasta el último momento ha sido un ejemplo de cordura, dignidad, discreción, lucidez, bondad... Un ejemplo a seguir. Un hombre que insistía en recordarnos que nuestro peor enemigo, en realidad, es el miedo:
Los recortes se aceptan
por una de las fuerzas más importantes de la humanidad:
el miedo.
Sí, el miedo al que no dudan en recurrir y fomentar todos aquellos políticos, banqueros, especuladores -o ciudadanos de a pie con los que tenemos que lidiar, que también los hay- a los que les convendría hacer de nosotros seres débiles para que no nos atreviésemos a cuestionarles nada, y que creen que pueden convencernos de que las formas son más importantes que el contenido, o que pretenden arrinconarnos en la sumisión para seguir conservando y aumentando su poder por absurdo que éste sea. Contra todo eso luchaba José Luis Sampedro, al que nunca le faltó el aliento, al que nunca venció el miedo y que, a pesar de no confundir nunca lucidez con pesimismo, también sabía abordar lo más desolador:
Seguimos sosteniendo las mismas barbaridades,
las mismas crueldades, 
las mismas salvajadas. 
¿Cómo es posible eso?
Cómo no hemos aprendido a vivir?
¿A vivir en paz? 
¿A vivir con sosiego?
Sí, desde luego... Cuánto más piensa uno sobre ello, más se estremece por quiénes le rodean, y cómo con su ignorancia y maldad pueden desasosegar nuestras vidas... desde un simple vecino a un político popular... como la Sra.Tatcher (admiradora del Dictador Pinochet, cómo no). Seres despreciables que representan la antítesis de un referente moral, ético y cultural como José Luis Sampedro al que quisiera dedicar este soneto de amor de Shakespeare (y también a todos aquellos ingleses -o no- que han celebrado la muerte de M. Tatcher):
En tanto como menguas, así creces
en uno igual que tú, al que has dejado
y esa joven sangre, que fresca tú otorgas
es tuya, tu frecor que seguirá fluyendo.

En ti habitan el saber, la belleza, la abundancia
fuera de ti, la sandez, la vejez y la fría decadencia
Si tu criterio se impusiera, el tiempo cesaría
y el mundo en sesenta años se acabaría.

Aquellos a quien la naturaleza ha repudiado
el severo, el anodino, el irrespetuoso, que mueran estériles.
Mira al que mejor ha dotado, es a ti a quien más ha regalado
tan generoso regalo como recompensa y que debiera ser estimado.

Su impronta en ti ha dejado, 
para de este modo se reprodujera 
a partir de ti otra copia, 
para asegurarse de que jamás muera.

Sí, José Luis Sampedro, tu impronta permanecerá inamovible en todos los que te hemos admirado y a los que tanto has enseñado. ¡Qué grande es tu legado y qué huéranos nos quedamos! Aún más... 
En honor a ti, quisiera terminar esta entrada con un grito de júbilo, por la muerte de gentuza como la Tatcher... pues como diría mi amigo Fernando, mi gran amigo Fernando Mateos (recordando a Chillida): 
Siempre hay que mantener el nivel de la dignidad por encima del nivel del miedo.
Y que esta mañana me ha mandado un maravilloso y alentador mensaje que decía:
¡VIVA EL ANIVERSARIO DE LA SEGUNDA REPÚBLICA!
¡VIVA LA III REPÚBLICA!

Por cierto, y un ¡ÓLE para la Junta de Andalucía!
(poetryandmore)