¿Malos Tiempos para la Lírica? Puede...

Golpes Bajos
ya nos advirtió de ello con esa fabulosa canción que siempre formará parte de nuestra mejor herencia musical. También el poeta Bertolt Brecht, cuyo lúcido poema Schlechte Zeit für Lyrik (Malos Tiempos para la Lírica) reflexionaba -cien años atrás- sobre cómo él y su entorno vivían cada vez más acorralados...
Pero ¿y hoy? ¿Acaso no estamos ahora -igual que entonces- cada vez más cercados en demasiados aspectos? Y con respecto a la Literatura ¿realmente nos quieren hacer creer que su capacidad de nombrar lo inombrable del modo más conciso resulta innecesaria? ¿O no resulta escandaloso cómo se margina a la Lírica en particular, cuya incisiva sagacidad puede despertar la capacidad crítica de quién la lee?
Bajo el endeble argumento de que la lírica no merece ser fomentada porque no produce suficientes lectores..., se contrapone la evidencia de que precisamente la Lírica Clásica, incluso en esta mercantilizada civilización, sigue siendo capaz de remover nuestras conciencias y de educar nuestra reflexión hasta el punto de llevarnos a (re)plantear algunos de nuestros enquistados comportamientos. De modo que, por mucho que quieran silenciar la importancia del Arte, de la Cultura, de la Filosofía, de la Literatura en general o de la lírica en particular... ¡No deberíamos olvidar cuánto pueden apuntalar nuestra sociedad!
Y ésta es la razón por la que existe este blog: para reivindicar su importancia y contribuir a su divulgación.

Miriam Dauster (poetryandmore)


domingo, 10 de abril de 2011

A veces, en días de luz perfecta y exacta, nadie muere

Cuando una persona mata a otra... la humanidad, en su conjunto, sufre una regresión. Pero si, encima, lo hace porque considera que está legitimado, que tiene derecho a ello, entonces, se convierte en una monstruosidad.
No importa si se trata de la OTAN errando el tiro porque, según esbozan, no hicieron los deberes.
No importa que sea un Gobierno aplicando la pena de muerte alegando que con ello da un castigo ¡¿ejemplar?!!
No importa si es un hombre maltratando a una mujer hasta matarla porque considera que -sólo así- 'la hará entrar en razón'...
En cualquier caso, como nos explica el poeta R. M. Rilke (1) siempre será un "Final" desolador:
La muerte es grande
Boca sonriente, 
le pertenecemos.
Cuando en lo mejor de la vida nos creemos
ella osa 
llorar sobre nosotros.
Y ya absolutamente abobinable resulta cuando alguien -tipo el Sr. Sostres- superficializa y banaliza alguna de esas muertes ¿intentando anteponer su mezquina vanidad personal frente a la tragedia y sufrimiento ajenos?
Y aún más siniestro resulta, cuando alguien -como los que deciden en el periódico EL MUNDO- consienten deliberadamente esa mezquindad y (amparándose en un peligroso y calculado eufemismo llamado 'libertad de expresión') le ceden un medio: le dan voz...
Entonces, uno siente que estamos realmente perdidos, totalmente desamparados; uno siente la amenaza velada detrás de cada sonrisa como diría Alberto Caeiro (2):
A veces, en días de luz perfecta y exacta
Cuando las cosas tienen toda la realidad que pueden tener, 
sin prisas me pregunto
por qué llego a atribuir siquiera
la belleza a las cosas.

Una flor, ¿tiene acaso belleza?
¿Es bello, acaso, un fruto?
No. Tienen forma y color,
y la existencia apenas.

Belleza es el nombre cualquiera de una cosa que no existe
y que doy a las cosas a cambio del placer que me dan.
No significa nada.
Entonces, ¿por qué digo de las cosas que son bellas?

Hasta mí, que vivo tan sólo de vivir,
invisibles vienen a encontrarme las mentiras del hombre
ante las cosas,
ante las cosas que simplemente existen.

¡Qué difícil es ser uno mismo
y no ver sino cuanto es visible!

Sí, y qué difícil tener que convivir con determinados individuos...
Pero ojo, yo desde aquí les digo lo que Radio Futura
Vas por ahí sin prestar atención
y cae sobre ti una maldición...

Pues eso, a ver si es verdad.
(poetryandmore)