¿Malos Tiempos para la Lírica? Puede...

Golpes Bajos
ya nos advirtió de ello con esa fabulosa canción que siempre formará parte de nuestra mejor herencia musical. También el poeta Bertolt Brecht, cuyo lúcido poema Schlechte Zeit für Lyrik (Malos Tiempos para la Lírica) reflexionaba -cien años atrás- sobre cómo él y su entorno vivían cada vez más acorralados...
Pero ¿y hoy? ¿Acaso no estamos ahora -igual que entonces- cada vez más cercados en demasiados aspectos? Y con respecto a la Literatura ¿realmente nos quieren hacer creer que su capacidad de nombrar lo inombrable del modo más conciso resulta innecesaria? ¿O no resulta escandaloso cómo se margina a la Lírica en particular, cuya incisiva sagacidad puede despertar la capacidad crítica de quién la lee?
Bajo el endeble argumento de que la lírica no merece ser fomentada porque no produce suficientes lectores..., se contrapone la evidencia de que precisamente la Lírica Clásica, incluso en esta mercantilizada civilización, sigue siendo capaz de remover nuestras conciencias y de educar nuestra reflexión hasta el punto de llevarnos a (re)plantear algunos de nuestros enquistados comportamientos. De modo que, por mucho que quieran silenciar la importancia del Arte, de la Cultura, de la Filosofía, de la Literatura en general o de la lírica en particular... ¡No deberíamos olvidar cuánto pueden apuntalar nuestra sociedad!
Y ésta es la razón por la que existe este blog: para reivindicar su importancia y contribuir a su divulgación.

Miriam Dauster (poetryandmore)


domingo, 1 de enero de 2012

No seas hostil con los extraños.. quizás sean ángeles disfrazados

Estas palabras del poeta W. B. Yeats me las recordó el otro día mi queridísimo amigo Fernando Mateos cuando hablábamos de la que -según dicen- nos espera en este año nuevo que empieza hoy... 
Si esos augurios son ciertos, quizás, en este 2012, deberíamos dejar a un lado esos propósitos de año nuevo tan clásicos como prescindibles, tipo: apuntarse a un gimnasio, aprender un idioma, dejar de fumar... y centrarnos en algunos realmente necesarios como: no cebarse con el inmigrante (con el que nos parece extraño); o aprender a mirar con ojo más crítico y comprometido lo que sucede a nuestro alrededor; o ser más solidarios, más generosos, aún cuando tengamos menos... Porque, sí es cierto que, si cada uno de nosostros nos propusiéramos implicarnos más en lo que está a nuestro alcance, la situación podría mejorar mucho, muchísimo.
Aunque también es cierto -y no creo que debamos pasarlo por alto- que, en demasiados aspectos, estamos vendidos... Supeditados a los que deciden por nosotros y que, por desgracia, marcan las pautas de, por ejemplo, nuestra educación, nuestra sanidad...
Pues a todos ellos, gobernantes, políticos, banqueros... y sus cómplices que han estado mirando a otro lado, para lucrase o 'simplemente' por desidia o cobardía... Yo, desde aquí, les grito: ¡Ya basta de pasarse la pelota de unos a otros! Sí, les grito; porque para decirlo con arte, para expresar lo más feo, bonito... para eso, tenemos a los poetas... como Emilio Prados, capaces de transformar el ruido en música:

Llegó desnudo el viento
a mirarse en el agua.

Iba desnuda el agua
a mirarse en el cielo.

Bajó desnudo el cielo
a mirarse en el viento...

Quedó hueca la noche,
redonda de misterio.

Eso, un misterio es lo que nos aguarda.
Un misterio frente a un abismo es lo máximo que, de momento, han conseguido todas esas costosas cumbres y reuniones, en las que todos esos señores y señoras -todos vergonzosamente cebados, dicho sea de paso- se pasan el día 'llegando a acuerdos'... Pues yo, desde esta ventana, insisto en gritarles: ¡Señores, el tiempo de los debates para echarse en cara quién tiene más culpa... ya pasó!
Así que, Uds. que nos han metido en esta situación: ¡más acción y menos discusión! O como diría E. Prados, basta ya de:

Lo que dice el sol, lo dice
lo que dice el mar.
Dice
lo que dice el mar, la espuma;
la espuma, lo de la arena
y la arena, lo del viento...
Lo que dicel el viento, dice
lo que dice el mar.

Y el mar
dice lo que dice el sol,
que eterno vuelve a cantar
lo que canta el mar eterno.

Yo me acerco por mirar
lo que de este canto entiendo
pero no puedo olvidar
que estoy dentro de mi cuerpo
y en mí, me vuelvo a ocultar.

¡Pasen estos malos tiempos!

Feliz 2012
(poetryandmore)