¿Malos Tiempos para la Lírica? Puede...

Golpes Bajos
ya nos advirtió de ello con esa fabulosa canción que siempre formará parte de nuestra mejor herencia musical. También el poeta Bertolt Brecht, cuyo lúcido poema Schlechte Zeit für Lyrik (Malos Tiempos para la Lírica) reflexionaba -cien años atrás- sobre cómo él y su entorno vivían cada vez más acorralados...
Pero ¿y hoy? ¿Acaso no estamos ahora -igual que entonces- cada vez más cercados en demasiados aspectos? Y con respecto a la Literatura ¿realmente nos quieren hacer creer que su capacidad de nombrar lo inombrable del modo más conciso resulta innecesaria? ¿O no resulta escandaloso cómo se margina a la Lírica en particular, cuya incisiva sagacidad puede despertar la capacidad crítica de quién la lee?
Bajo el endeble argumento de que la lírica no merece ser fomentada porque no produce suficientes lectores..., se contrapone la evidencia de que precisamente la Lírica Clásica, incluso en esta mercantilizada civilización, sigue siendo capaz de remover nuestras conciencias y de educar nuestra reflexión hasta el punto de llevarnos a (re)plantear algunos de nuestros enquistados comportamientos. De modo que, por mucho que quieran silenciar la importancia del Arte, de la Cultura, de la Filosofía, de la Literatura en general o de la lírica en particular... ¡No deberíamos olvidar cuánto pueden apuntalar nuestra sociedad!
Y ésta es la razón por la que existe este blog: para reivindicar su importancia y contribuir a su divulgación.

Miriam Dauster (poetryandmore)


domingo, 26 de agosto de 2012

¿Quién diablos ha votado al padre de Blancanieves?

El pasado 18 de agosto desayunábamos con este titular de EL PAÍS:
Dos años de cárcel para la banda que ridiculizó a Putin
La sentencia de la jueza Marina Sirova que condenó a dos años de prisión a las tres integrantes del grupo punk Pussy Riot: María Aliójina, Yekaterina Samutsévich y Nadia Tolokónikova por una canción irreverente y crítica contra el presidente ruso Vladimir Putin, en la catedral de Moscú de Cristo redentor, desencadena protestas en todo el mundo. La dureza de esta sentencia muestra el auge de la intolerancia y el nacionalismo, según declaró el excampeón mundial de ajedrez Gari Kaspárov detenido junto a otras personas que protestaron frente al tribunal:
"Hoy es uno de los días más importantes de la Rusia moderna, porque podemos ver a los primeros presos políticos de esta etapa (...) Este caso tan insignificante es como un espejo en el que se reflejan todos los vicios del poder de Putin."

Sin duda, una situación grave y aterradora (porque, si esto es lo que nos dejan ver) de una sociedad que se declara oficialmente laica y que presume ante el mundo de aperturista... Aunque todas las sociedades que conocemos coinciden, por lo menos, en dos cosas: 
son paternalistas o, en el peor de los casos, machistas; y dos, conservan la tradición de los cuentos de hadas -hoy mal llamados cuentos infantiles-, y a los que quiero dedicar esta entrada, no sólo por ser Literatura Clásica o por su innegable vigencia en la educación infantil en la actualidad, si no, también, porque si uno los observa más de cerca, descubre curiosas coincidencias: por ejemplo, en todos los cuentos de hadas (escritos por hombres y no edulcorados o infantilizados como los de Disney) sorprende un denomindor común:
la ausencia del padre.
Bueno, quién dice ausencia, dice dejadez, despiste, torpeza, ignorancia... como explica Sheldon Cashdan en su interesante estudio La bruja debe morir:
Los cuentos de hadas puede que sean unas aventuras encantadoras, pero también se ocupan de un conflicto universal: la lucha en el interior del yo entre las fuerza del bien y las fuerzas del mal. El efecto que tienen sobre nosotros los adultos procede del influjo que ejercieron en nuestra adolescencia, puesto que es en la infancia donde se siembran las semillas de la virtud. Ayudan a los niños a combatir la pereza, la envidia, la avaricia y otras inclinaciones fastidiosas. Si los estudiamos, aprenderemos  
Porqué las madres mueren prematuramente en los cuentos de hadas (Blancanieves, Piel de Asno, Cenicienta, Bambi...)  
Porqué hay más hadas madrinas que hados padrinos 
Porqué el príncipe tiende a ser un personaje de cartón, casi una ocurrencia tardía cuya intervención suele ser secundaria para la superviviencia de las heroina  
Por qué los padres son presentados con tanta frecuencia como débiles o inútiles... o están fuera cazando o son inconscientes del peligro que corren sus hijos
¿Por qué, por ejemplo, el padre de Ceniencienta nunca está cuando ella lo necesita? Por alguna razón, ignora el hecho de que su única hija es obligada a vestir ropas asquerosas y a dormir en el suelo de la cocina
¿O por qué el padre de Hansel y Gretel, cuando su mujer declara que va a mandar a los niños al bosque para que mueran, apenas protesta?

Sabemos que lo de no protestar es asentir, esto es, dejar hacer... a los que hacen mal; un mal tan extendido como actual en el que han indagado no sólo profesores o psicólogos, también escritoras como Belén Gopegui en su sexta novela El padre de Blancanieves o en El Balonazo, cuento dedicado a su hijo Daniel, y en el que su joven protagonista, en un momento de intimidación por parte de los representantes de la ley, consigue recuperar el valor cuando oye que sus compañeros de clase han ido a apoyarle cantándole una canción.
Sí, una canción.  
Claro que lo importante es cómo la recibe quién la oye, si sabe escuchar; algo, incluso, más importante que quién la canta o dónde la cantan.
Y es evidente que el Sr. Putin no quiere escuchar. 
Pero ¡¿Qué esperaba?!
Si las chavalas han crecido -consciente o inconscientemente- como la mayoría de nosotros... con la idea de que el padre es prescindible, es natural que no asientan sin más ante la opresión de un régimen tan paternalista como el del Sr. Putin. Es una contradicción difícil de digerir y es natural que necesiten denunciarlo. Nada escandaloso. Mucho más, lo es el hecho de que cuando lo hacen venga la bruja... ¡y las encarcele!
Y aunque ya sabemos que en todos los cuentos de hadas hay una bruja para encargarse del trabajo sucio
¿Por qué han ido a por estas tres cantantes de un modo tan drástico, tan público?
¿Acaso en la Rusia de papá Putin ¿lo de mentar al padre es el mayor de los pecados?
¿O es por que se trata de tres chicas (no varones) cuya juventud y apariencia, como en el cuento de Blancanieves, es lo que ha desatado las iras de la madrastra?
Veremos cómo acaba este cuento...
De momento, si queréis votar para contribuir a su liberación:
www.avaaz.org/es/free_pussy_riot_free_russia_a/?slideshow
Y, desde aquí, mi máxima solidaridad para con estas tres jóvenes de Pussy Riot por tener opinión, porque han tenido el valor y la necesidad de alzar su voz y porque usaron la música para recordarnos lo que está mal. Sólo espero que no mueran en el intento, pues como dijo Mae West:
Yo era Blancanieves, pero luego me dejé llevar 

Niñas ¡No dejéis de leer cuentos de hadas!
(poetryandmore)