¿Malos Tiempos para la Lírica? Puede...

Golpes Bajos
ya nos advirtió de ello con esa fabulosa canción que siempre formará parte de nuestra mejor herencia musical. También el poeta Bertolt Brecht, cuyo lúcido poema Schlechte Zeit für Lyrik (Malos Tiempos para la Lírica) reflexionaba -cien años atrás- sobre cómo él y su entorno vivían cada vez más acorralados...
Pero ¿y hoy? ¿Acaso no estamos ahora -igual que entonces- cada vez más cercados en demasiados aspectos? Y con respecto a la Literatura ¿realmente nos quieren hacer creer que su capacidad de nombrar lo inombrable del modo más conciso resulta innecesaria? ¿O no resulta escandaloso cómo se margina a la Lírica en particular, cuya incisiva sagacidad puede despertar la capacidad crítica de quién la lee?
Bajo el endeble argumento de que la lírica no merece ser fomentada porque no produce suficientes lectores..., se contrapone la evidencia de que precisamente la Lírica Clásica, incluso en esta mercantilizada civilización, sigue siendo capaz de remover nuestras conciencias y de educar nuestra reflexión hasta el punto de llevarnos a (re)plantear algunos de nuestros enquistados comportamientos. De modo que, por mucho que quieran silenciar la importancia del Arte, de la Cultura, de la Filosofía, de la Literatura en general o de la lírica en particular... ¡No deberíamos olvidar cuánto pueden apuntalar nuestra sociedad!
Y ésta es la razón por la que existe este blog: para reivindicar su importancia y contribuir a su divulgación.

Miriam Dauster (poetryandmore)


domingo, 9 de octubre de 2011

Por fin el Premio Nobel de Literatura se fija en un Poeta (Clásico)

Se dice que los Premios Nobel se conceden anualmente a personas, entidades u organismos por sus aportaciones extraordinarias realizadas durante el año anterior en las que se reconoce la labor de los distitntos profesionales de su campo.
Y no dudo que sea así en las categorías como Medicina y Fisiología, Física y Química o Economía... pero en lo que concierne al Premio Nobel de la Paz y al Premio Nobel de Literatura, en general, corresponden a una trayectoria de largo, muy largo, recorrido. Por ejemplo, como sucede con el sueco Tomas Tranströmer, poeta y psicólogo que ha dedicado gran parte de su vida a la rehabilitación de delincuentes juveniles. Desde este blog, cuyo intención es divulgar la Modernidad de la Lírica (Literatura) Clásica ¡Mis felicitaciones! Por fin se ha hecho justicia con un poeta cuya coherencia vital e intelectual, realmente, son dignas de ser premiadas. Y también, por fin, este galardón internacional se ha fijado en el género más débil: la Lírica (algo que no sucedía desde 1996, con la poetisa polaca W. Szymborska) precisamente ahora, con un mundo en crisis no sólo económica, sino también política, ecológica y éticamente.
Por ello quisiera dedicar esta entrada al Premio Nobel de Literatura 2011: Tranströmer con tres de sus poemas, pero no del año pasado, sino del siglo pasado:

Los recuerdos me miran (1983)
Tan cerca, 
que los escucho respirar 
A pesar de que el trino de las aves es estridente.

De Marzo del '79 (1983)
Cansado de todos los que llegan con palabras, 
palabras, pero no lenguaje
parto hacia la isla cubierta de nieve.

Lo salvaje no tiene palabras.
¡Las páginas no escritas se ensanchan en todas direcciones!
Me encuentro con huellas de pezuñas de corzo en la nieve.
Lenguaje, pero no palabras.

Arcos romanos (1988)
 Un ángel sin semblante me envolvió 
Y me susurró a través de todo el cuerpo: 
“No te avergüences de ser persona 
¡sé orgulloso! 
Dentro de ti se abre cúpula tras cúpula, 
infinitamente .
Tú nunca estarás completo, 
y así es como debe ser.”

(poetryandmore)