¿Malos Tiempos para la Lírica? Puede...

Golpes Bajos
ya nos advirtió de ello con esa fabulosa canción que siempre formará parte de nuestra mejor herencia musical. También el poeta Bertolt Brecht, cuyo lúcido poema Schlechte Zeit für Lyrik (Malos Tiempos para la Lírica) reflexionaba -cien años atrás- sobre cómo él y su entorno vivían cada vez más acorralados...
Pero ¿y hoy? ¿Acaso no estamos ahora -igual que entonces- cada vez más cercados en demasiados aspectos? Y con respecto a la Literatura ¿realmente nos quieren hacer creer que su capacidad de nombrar lo inombrable del modo más conciso resulta innecesaria? ¿O no resulta escandaloso cómo se margina a la Lírica en particular, cuya incisiva sagacidad puede despertar la capacidad crítica de quién la lee?
Bajo el endeble argumento de que la lírica no merece ser fomentada porque no produce suficientes lectores..., se contrapone la evidencia de que precisamente la Lírica Clásica, incluso en esta mercantilizada civilización, sigue siendo capaz de remover nuestras conciencias y de educar nuestra reflexión hasta el punto de llevarnos a (re)plantear algunos de nuestros enquistados comportamientos. De modo que, por mucho que quieran silenciar la importancia del Arte, de la Cultura, de la Filosofía, de la Literatura en general o de la lírica en particular... ¡No deberíamos olvidar cuánto pueden apuntalar nuestra sociedad!
Y ésta es la razón por la que existe este blog: para reivindicar su importancia y contribuir a su divulgación.

Miriam Dauster (poetryandmore)


domingo, 27 de marzo de 2011

¿Te hiciste una foto con Gadafi? Yo no...

Decir que Gadafi es uno de esos tipejos siniestros que alberga una mezcla explosiva de frivolidad, delirio y maldad, está muy manido. Lo sé.
Aún así, no deja de asombrarme el hecho de que, tantos y durante tanto tiempo, le hayan estrechado la mano complacidos, le hayan paseado satisfechos, hayan sonreído junto a él en las fotos, se diría, que sin sospechar de sus disfraces... y quién sabe si, incluso, disfrutando de su compañía.
Muamar el Gadafi siempre fue peligrosamente esperpéntico. Los que han cambiado -¿momentáneamente?- son los demás, él no. Él, en realidad, nunca se ha traicionado a sí mismo, a su propio personaje, y nunca hizo, ni más ni menos, lo mismo que ahora.

Mi amigo C. Bértolo en relación con su lista visible de Libros invisibles: http://blogs.publico.es/dominiopublico/1232/los-libros-invisibles/
nos recuerda lo ya padecido por la devastada sensibilidad de R. M. Rilke: elegir agota.
Y sí, a veces resulta agotador no perder el rumbo entre tantas opciones tentadoras. Pero, sinceramente, ¿tan difícil resultaba no elegir a Gadafi?

Y sí, yo a veces también vacilo a la hora de escoger, por ejemplo ahora mismo, pues dudo, y mucho, sobre quién me produce más pavor: si Gadafi 'El Consentido' o todos los que le consintieron... pues como diría J. C. Suñén (1)  en su siempre espléndido "Un ángel menos"

Mas la amistada alcoba del dolor aún permanece abierta bajo mi alma 
como la ruina permanece bajo tantas ciudades ilusionadas por el progreso. 

Sabes que no hay más mundo que el mundo consentido.

Y yo sé que en el sueño se celebra el milagro de la ascendencia.

Señor, no tardes.
Llévanos a la infancia de los caballos,
bajo un sol primerizo. 

Oh sí... un lugar bajo el sol... en el que haya tregua... 
En el que no nos aceche otro titular: Ahora... Siria 
En el que no nos topemos con otro ladrillo en el muro... 
que diría Roger Waters (personas como él, me llenan de esperanza).

(poetryandmore)


(1) Juan Carlos Suñén  (Madrid, 1956): Un ángel menos (1989)

domingo, 20 de marzo de 2011

Wilde me llevó a Japón... allí me encontré a Caín

Oscar Wilde afirmó en una ocasión:
Siempre que la gente me habla del clima, me parece que habla de otra cosa. 
 
Estas palabras de Wilde siempre me parecieron muy ingeniosas... 
Ahora, me dan vértigo.
La profundidad abisal que han adquirido para mí en estos últimos tiempos es proporcional al dantesco panorama que nos llega desde Japón.

Cada vez que oigo hablar de meteorología, entiendo que me están hablando de cuestiones extremadamente graves que, aunque incapaz de abarcarlas, me resultan hasta tal punto inquietantes que me hacen sentir ante un precipicio...
Soy consciente de que yo he contribuido al sufrimiento que están padeciendo ahora los japoneses, ...a la magnitud de su tragedia.
¿Lo hice conscientemente? ¡No, por supuesto que no! Pero:
¿Acaso la desidia no es igual de punible?
¿Acaso nuestra insistente falta de respeto a la naturaleza (esto es, nuestra arrogante falta de temor hacia ella) no es deplorable? 
¿O acaso yo -al igual que la mayoría- no me dejo acolchar por las justificaciones capitalistas con las que perpetrar nuestra codicia depredadora? Ésa que, entre otras muchas posesiones cuestionables, nos lleva  a admitir las Centrales Nucleares como  'proyectos de futuro'... y que hoy vigilamos con temor, pues nos obligan a calibrar, de nuevo, la indomable fuerza de la Naturaleza.

Es posible que algún cínico lea este texto como otra 'pseudo-reflexión ecologista' en la que, más que un convencimiento real de que sí deberíamos hacer las cosas de otro modo, tan sólo perciba vacuidad... Aún así, yo le invito, también a él, a detenerse en este poema de D. Capetanakis(1) para reflexionar sobre si no estamos obligados a dominar las tentaciones del Caín que todos llevamos dentro:
                          ABEL
A mi hermano Caín, el herido, le gustaba sentarse
Rozando mi hombro, junto al agua vistosa
De la vida o de la muerte, en cines semi-iluminados
Por escenas de paz que siempre degenaraban en matanzas.

Le gustaba hablarme. Su voz ansiosa
Susurraba el misterio de su sed sangrante
O me rogaba que no hiciera mi elección final,
A menos que la discutiéramos previamente.

Y luego eligió para mí el dolor definitivo.
No culpo a su naturaleza: es mi hermano;
Ni tampoco a lo que llamáis la época: nuestro amor era libre
Sería igual que en cualquier tiempo; se trata más bien

De la sempiterna ambigüedad de las cosas
Que hace que nuestra vida signifique muerte, nuestro amor sea odio.
Mi sangre en torrente por el dormitorio canta: 
"¡Yo soy mi hermano que abre la puerta!"

Admiro profundamente la lucidez de esos poetas que no sintieron la tentación de simplificar la complejidad del ser humano; que intentaron ahondar y comprender por qué necesitamos crear con la misma intensidad que destruir.
Y, por lo mismo, también admiro a ciertos artistas que hoy en día, lejos de mirarse el ombligo, insisten en seguir indagando... dejándose la piel (me consta) en proyectos como:  www.problema-thefilm.org

(poetryandmore)

domingo, 13 de marzo de 2011

El arte no puede ser moderno, lo que tiene que ser es eterno

Egon Schiele (1890-1918) uno de los pintores indispensables del Expresionismo (austríaco) afirmaba hace ya más de un siglo:
El arte no puede ser moderno, lo que tiene que ser es eterno.

En EL PAÍS de 28 de febrero, Borja Hermoso nos contó lo que iba a ser "sin asomo de duda, uno de los grandes acontecimientos artísticos del año a nivel europeo" hasta junio de 2011, por inaudito y por inexplicable... pues ahora, ¡por primera vez! se exponen los retratos y autorretratos de Schiele en Viena: www.belvedere.at
¿Inexplicable que durante más de cien años nadie encontrara el momento?
Si tenemos en cuenta que su obra indignó y desconcertó a la encorsetada sociedad vienesa de la época...,  pero:
¿Cuándo un artista deja de ser incómodo para convertirse en un clásico?
¿Cuándo ese transgresor llamado Schiele dejó de ser moderno para convertirse en eterno?

En torno a... cómo o cuándo decidimos: 'quién se convierte en qué... con el paso del tiempo...' pienso en las palabras del poeta inglés W. H. Auden (1):

Hemos hecho camino desde aquel raro día 
En que, sin darse cuenta, un espíritu humano
Decidió separarse de los simios,
Y bien lejos estamos, pero quién sabe ahora 
Si lejos es avance o extravío,
Ni qué haremos aún en este viaje
De construcción paciente, de crimen impaciente,
Según la luz del sol, la sal, la hora.


Pues eso, quién sabe si considerar a Schiele un clásico, y exponer su obra ahora y no cuando era -solamente- ...oscuro, triste, incómodo..., es avance o extravío.

Auden siempre será uno de mis poetas favoritos...
(poetryandmore)

jueves, 10 de marzo de 2011

Introducción

A todos aquellos a los que les gusta la buena poesía, que se sienten identificados con la audacia de sus textos, con la modernidad de sus argumentos...
Y a todos aquellos que se autodenominan post-modernos pero no son... y nos tachan de antiguos, outsiders, románticos (en el sentido menos literario de la palabra...)
Les dedico el poema de Ch. Baudelaire que he escogido para inaugurar este blog, cuya principal meta es reivindicar la lírica clásica, sí... en estos tiempos...

"Qui dit Romantisme
dit Art Moderne...

-C'est à dire:
Intimité
Spiritualité
Couleur
Aspiration vers l'infini..
Exprimées par tous les moyens
que contiennent les Arts."


Y yo...
Yo no puedo estar más de acuerdo con él.
(poetryandmore)