¿Malos Tiempos para la Lírica? Puede...

Golpes Bajos
ya nos advirtió de ello con esa fabulosa canción que siempre formará parte de nuestra mejor herencia musical. También el poeta Bertolt Brecht, cuyo lúcido poema Schlechte Zeit für Lyrik (Malos Tiempos para la Lírica) reflexionaba -cien años atrás- sobre cómo él y su entorno vivían cada vez más acorralados...
Pero ¿y hoy? ¿Acaso no estamos ahora -igual que entonces- cada vez más cercados en demasiados aspectos? Y con respecto a la Literatura ¿realmente nos quieren hacer creer que su capacidad de nombrar lo inombrable del modo más conciso resulta innecesaria? ¿O no resulta escandaloso cómo se margina a la Lírica en particular, cuya incisiva sagacidad puede despertar la capacidad crítica de quién la lee?
Bajo el endeble argumento de que la lírica no merece ser fomentada porque no produce suficientes lectores..., se contrapone la evidencia de que precisamente la Lírica Clásica, incluso en esta mercantilizada civilización, sigue siendo capaz de remover nuestras conciencias y de educar nuestra reflexión hasta el punto de llevarnos a (re)plantear algunos de nuestros enquistados comportamientos. De modo que, por mucho que quieran silenciar la importancia del Arte, de la Cultura, de la Filosofía, de la Literatura en general o de la lírica en particular... ¡No deberíamos olvidar cuánto pueden apuntalar nuestra sociedad!
Y ésta es la razón por la que existe este blog: para reivindicar su importancia y contribuir a su divulgación.

Miriam Dauster (poetryandmore)


domingo, 27 de mayo de 2012

La poesía es una arma cargada de futuro

Eso decía Blas de Otero -el poeta que pedía La paz y La palabra- hace más de medio siglo; y hoy este verso se nos antoja más certero que nunca. Tiempos éstos de crisis y cambios que algunos dan en llamar el "Fin del Optimismo". Titular que se queda corto para las dimensiones humanas de los recortes del PP que, además, contrastan escadalosamente con los millones de euros gastados en el ofensivo 'rescate' de Bankia; o, si vamos al detalle, para el que tiene tragarse la noticia de que el obispo Reig sigue reincidiendo: insite en seguir atacando la homosexualidad (obesión ésta que, se diría, pronto revelará algo de este señor que no sabemos).
Aunque también hay otras noticias: se está celebrando La 71 Feria del Libro de Madrid con Italia como país invitado; eso sí, esta edición parece -si cabe- más condenada a tener que justificar su presencia; a tener que argumentar porqué el pensamiento y la literatura son indispensables para sostener a un país. 
Pero qué se puede decir a los que no quieren entender...
Cuando lo obvio es que hay que leer por el placer de leer. Sin más.
En palabras de Eduardo Galeano:
Como el pájaro canta sin saber que canta
Como el niño juega sin saber que juega

Y que después de eso... para el que lee, además hay regalo.
Dejemos que Italo Calvino nos lo explique:
"<<Los reyes no tocan las puertas,
>>No conocen esa felicidad: empujar hacia delante con suavidad o bruscamente uno de esos grandes paneles familiares, volverse hacia él para devolverlo a su lugar -tener en los brazos una puerta.
>>[...] La felicidad de empuñar a la altura del vientre por su nudo de porcelana uno de esos altos obstáculos de una habitación; ese rápido cuerpo a cuerpo en el cual, reteniendo el paso, el ojo se abre y el cuerpo entero se acomoda a su nueva vivienda.
>>Con mano amistosa la retiene un instante antes de empujarla resueltamente y encerrarse -de lo que el chasquido del resorte poderoso pero bien aceitado agradablemente le asegura.>>
Este breve texto se titula "Los placeres de la puerta" y es un buen ejemplo de la poesía de Francis Ponge: tomar el objeto más humilde, el gesto más cotidiano, y tratar de considerarlo fuera de todo hábito de percepción, de describirlo fuera de cualquier mecanismo verbal gastado por el uso. Y así una cosa indiferente y casi amorfa como una puerta revela una riqueza inesperada; de pronto estamos todos contentos de encontrarnos en un mundo lleno de puertas que se abren y se cierran. Y esto, no por alguna razón extraña al hecho en sí (como podría ser una razón simbólica, o ideológica, o estetizante), sino sólo porque restablecemos una relación con las cosas como cosas, con la diversidad de una cosa con respecto de otra, y con la diversidad de cada cosa con respecto a nosotros." (en: Porqué leer a los Clásicos).
Aunque para todos aquellos que aún dudáis de la importancia de leer Literatura, de cuánto os puede ofrecer, y, simplemente, os escudáis en la inmediatez visual de esta era digital para esquivar la reflexión crítica, para no educar vuestro pensamiento... os propongo este emocionante poema titulado El derecho al delirio de Galeano y que tuvo a bien mandarme mi querido amigo Fernando Mateos:
 http://www.youtube.com/watch?v=m-pgHlB8QdQ  
A eso se refería Blas de Otero cuando decía
La poesía es un arma cargada de futuro
(poetryandmore)

domingo, 13 de mayo de 2012

El dolor persiste en la memoria con una obstinación insobornable

Y eso es lo que parecen olvidar todos aquellos que día a día persisten en hacer daño a su entorno, a su prójimo. Da igual si es en forma de corrupción, malversación de fondos públicos, de estafa, de explotación, de maltrato físico o psíquico... La cuestión es que sucede y, se diría, que cada vez más. O por lo menos cada día aparecen más noticias que certifican que el que puede hacer daño, lo hace; no importa si con ello pejudica al que tiene enfrente o si, incluso, le destroza la vida. Y aunque los antropólogos están hartos de contarnos que el mal es inherente al ser humano... algunos poetas nos recuerdan las consecuencias, no sólo de la propia maldad, sino del hecho de banalizarla, de encubrirla, de no responsabilizarse de ella... como el poeta gaditano Felipe Benítez Reyes en  
"Palabras Privadas"
Nos hemos hecho daño
y el tiempo ya no pasa indiferente.
Por qué es tan alto el precio del olvido
no sabemos, 
y herimos
con una relajada displicencia
aun teniendo muy claro que algún día
alguien recordará el dolor que le causamos
porque el dolor persiste en la memoria
con una obstinación insobornable, 
y es fiel, 
y es rencoroso, 
y el perdón no le afecta.
Y sí, por lo pronto, todo ese dolor causado va minando a unos y otros... incluso en sus anhelos que diría el granadino Luis Gacía Montero:
Porque sé que los sueños se corrompen,
he dejado los sueños... 
No hay más que abrir un periódico para entender estas palabras... de modo que desde aquí os invito a un breve antídoto en clave de humor para sobrellevar tanta maldad, tanto mirar a otro lado, tanta palabrería (económica) vacua: http://www.youtube.com/watch?v=09YSNOsVebM [1] 
Pues eso, nos dejarán si sueños, pero el humor que no falte y, a ser posible, con el ¡intransferible salero del sur!
¡Viva el Sur!
(poetryandmore)