¿Malos Tiempos para la Lírica? Puede...

Golpes Bajos
ya nos advirtió de ello con esa fabulosa canción que siempre formará parte de nuestra mejor herencia musical. También el poeta Bertolt Brecht, cuyo lúcido poema Schlechte Zeit für Lyrik (Malos Tiempos para la Lírica) reflexionaba -cien años atrás- sobre cómo él y su entorno vivían cada vez más acorralados...
Pero ¿y hoy? ¿Acaso no estamos ahora -igual que entonces- cada vez más cercados en demasiados aspectos? Y con respecto a la Literatura ¿realmente nos quieren hacer creer que su capacidad de nombrar lo inombrable del modo más conciso resulta innecesaria? ¿O no resulta escandaloso cómo se margina a la Lírica en particular, cuya incisiva sagacidad puede despertar la capacidad crítica de quién la lee?
Bajo el endeble argumento de que la lírica no merece ser fomentada porque no produce suficientes lectores..., se contrapone la evidencia de que precisamente la Lírica Clásica, incluso en esta mercantilizada civilización, sigue siendo capaz de remover nuestras conciencias y de educar nuestra reflexión hasta el punto de llevarnos a (re)plantear algunos de nuestros enquistados comportamientos. De modo que, por mucho que quieran silenciar la importancia del Arte, de la Cultura, de la Filosofía, de la Literatura en general o de la lírica en particular... ¡No deberíamos olvidar cuánto pueden apuntalar nuestra sociedad!
Y ésta es la razón por la que existe este blog: para reivindicar su importancia y contribuir a su divulgación.

Miriam Dauster (poetryandmore)


domingo, 26 de junio de 2011

Podríamos prescindir de todo lo inútil... Pero entonces ¿qué nos quedaría?

Cuba: ¿Muerte natural o suicidio?
Por un lado, algunos afirman que la Revolución Cubana fallece de muerte natural... "y con Fidel Castro invitado a su propio entierro..." en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba celebrado en abril, y al que asistieron sus mil delegados.
Por otro lado, hoy -casi tres meses después de ese Congreso- leemos que peligra la vida de otro preso cubano -uno más-: Jorge Cervantes, en huelga de hambre desde hace 28 días por defender derechos fundamentales...
El hecho de que nos sigan llegando noticias como la de este preso político que, después de haber cumplido ya una condena de 14 años en prisión, fue detenido hace cosa de un mes acusado de colocar carteles críticos en lugares públicos... apunta a que los dirigentes cubanos no saben si dejarse morir o suicidarse políticamente... pues no parecen capaces de encontrar el remedio a las enfermedades que han propagado... o, como mínimo, en palabras del poeta cubano Rolando Sánchez Mejías, se hallan en un peligroso: 

"Punto Muerto"

La importancia del suicidio 
no está en la curva hermosa de la mano cerca de la sien.

El suicidio es el punto muerto.
la soledad golpeada por el espejo vacío.

El instante vertical en la muerte vertical.
La máscara blanca de la palabra blanca.

Porque estuvo el hilo arrollado al cuello.
Y por la astucia del cordel.
Lugar del que volvería para decirles que no había peligro.
Que no había tampoco tierra de promisión ni tiempo de promisión.
Es sencillo.

Como la astucia del cordel, sencilla, 
alrededor del cuello que se soporta con solemnidad.

Donde una orilla muere en la otra orilla.
Sin combate, sin pérdidas, sin preguntas ni respuestas.

Donde un sonido de gong 
se confunde con otro sonido de gong.

Pues nosotros aquí, con nuestra -ahora ya sí totalmente asumida- crisis capitalista, ya no distinguimos un sonido de otro... esto es: estamos, también, en un desconcertante punto muerto.. 0 como muy bien resumió EL ROTO:
Podríamos prescindir de todo lo inútil, 
pero entonces ¿qué nos quedaría?
(poetryandmore)

domingo, 19 de junio de 2011

Todo el mundo tiene derecho a todos los derechos

La ONU vota por primera vez a favor de proteger a los homosexuales
Con este titular EL PAÍS encabezaba ayer una importante noticia: "Tras años de tentativas, el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU proclamó la 'tolerancia cero' contra cualquier tipo de discriminación o violencia por motivos de orientación sexual y pidió a los países miembros que actúen para poner fin a estos abusos."
La resolución fue apoyada por 23 votos, incluidos los EE.UU, la UE, los Estados Latinoamericanos y Brasil; y su texto, redactado por Sudáfrica no puede ser más claro:
Todo el mundo tiene derecho 
a todos los derechos y libertades
sin distinción de ningún tipo. 
Hermosas palabras, y obvias donde las haya... O no tanto, si nos enteramos que los 19 votos en contra de países africanos y árabes se basaron en que "antes debía haberse acordado una definición sobre lo que se entiende por orientación sexual."
¡¿Definirlo?! ¿Acaso el ser humano puede ser definido?
Es obvio que lo que persiguen no es una definición si no una interpretación, y no positiva como la del poeta Walt Whitman:
Un niño dijo:
¿Qué es la hierba? Trayéndome las dos manos de ella.
¿Qué podría contestar al niño?
Yo no sé, como él no sabe, qué es la hierba.

Creo que debe ser 
la bandera de mi ánimo
tejida con la materia verde de la esperanza.
Esperanza ausente en Mauritania, Sudán, Arabia Saudí, Irán, Yemen, 12 Estados del norte de Nigeria y partes meridionales de Somalia, en los que, a día de hoy, se sigue aplicando la pena de muerte a gays y lesbianas; y en 76 países todavía existe algún tipo de persecución.
Y mientras tanto, leemos lo que se supone es una buena noticia:
"Esta resolución de la ONU no necesita ser refrendada por la Asamblea General. A partir de ahora todos los países tendrán la responsabilidad de seguir el camino que le marca el organismo".

Aunque yo, a día de hoy, sigo considerando mucho menos ambiguas las palabras de Whitman escritas hace más de cien años, en las que la definición de ser humano está a salvo de cualquier eufemismo; de cualquier interpretación excluyente:
Transparente y tierna es mi alma;
transparente y tierno es también
todo lo que no es mi alma.

Si faltara uno, faltarían ambos
y lo invisible es probado por lo visible,
hasta que éste se vuelve invisible y
a su vez, es probado. 

Separando lo mejor de lo peor
las épocas disputan.
Pero como conozco la exacta
justicia y ecuanimidad de las cosas
mientras ellas discuten
yo permanezco silencioso


Grato es cada uno de mis órganos y de mis atributos.
Ni una pulgada ni una partícula de mi ser es vil
y todo en él me es familiar.

(poetryandmore)

domingo, 12 de junio de 2011

No me vendas silencio, líbrame del ruido

En estos tiempos, uno ya no puede siquiera hojear las sección más ociosa de un periódico sin sufrir un sobresalto, sin toparse con un titular tan inquietante como el de: "Vender silencio: Contra multitarea, reflexión, contra ruido, silencio. Frente a miles, millones de aplicaciones para hacer de todo y gratis, Ommwriter hace la nada, la soledad, el silencio y los vende". 

Según parece, Ommwriter es un programa que recrea la nada... para ofrecernos silencio, aislamiento.... Y sus inventores, Rafa Soto y Marzban Cooper nos explican que nada más probarlo en la red: "La sorpresa fue que, sin mover un dedo en promoción, se descargó 125.000 veces, a la vez que comenzaron a llegar agradecidos mensajes de escritores frustrados que gracias a Ommwriter habían recuperado la inspiración con la tecnología".

¿Desde cuándo  necesitamos comprar la nada?
¿Es éste el futuro que nos espera?
¿O acaso es un presente que viene para quedarse?
Nada en contra de estos avispados inventores (e inversores) y emprendedores (y empresarios)... Pero yo insisto en reivindicar el silencio no mercantilizado. Ese tipo de silencio que, por ejemplo, nos aguarda en los repliegues de la Literatura; algunos insondables… como los de R. M. Rilke:
Con la primavera siguiente (triste y fría),
un jinete mensajero del Barón de Pirovano
entró lentamente en Lagenau.

Allí vio llorar a una anciana.

Si uno se detiene en algunas de las novedades que nos trae el progreso -como Ommwriter- resulta inevitable preguntarse: cuántos somos los que aún disfrutamos de los silencios que proporciona la literatura… o cúantos quisieran aprender a oírlos si supieran cómo…

“LOS OYENTES”
“¿Hay alguien ahí?” preguntó el Viajero,
Golpeando la puerta iluminada por la luna;
Y su caballo en medio del silencio, mordisqueó el pasto
Del suelo del bosque, rico en helechos;
Y un pájaro salió volando del torreón
Por arriba de la cabeza del Viajero;
Y el golpeó nuevamente a la puerta, una segunda vez;
“¿Hay alguien ahí?”, preguntó
Pero nadie bajó hacia el Viajero;
Ninguna cabeza se asomó por entre las hojas
Para mirarlo en sus ojos grises,
Mientras él permanecía en el umbral perplejo e inmóvil.
Sólo una hueste de oyentes espectrales
Que entonces moraba en la casa solitaria
Se quedó escuchando en la quietud lunar
Esa voz procedente del mundo inhumano;
Se quedó estrujando los débiles destellos en la oscura escalera
Que desciende al vestíbulo desierto,
Prestando atención en un aire agitado y conmovido
Por la llamada del Viajero solitario.
Y él sintió en su corazón que había seres extraños
Cuya quietud respondía a sus gritos.
Mientras el caballo se movía, paciendo en la hierba oscura,
Bajo un firmamento cubierto de estrellas, visto entre hojas;
Pues de repente sacudió la puerta con más fuerza
Todavía, y levantó la cabeza:
“Decidles que vine y que nadie respondió,
Que cumplí con mi palabra” —dijo entonces.
Ni el más mínimo movimiento
hicieron mientras tanto los oyentes,
Por más que con cada palabra que él pronunciaba
Iba haciendo eco a través de las sombras de la casa silenciosa
Eco del único hombre que quedaba despierto;
¡Ay! Ellos oyeron su pie sobre el estribo
Y el ruido del hierro sobre la piedra
Y cómo el silencio resurgió suavemente
Cuando los cascos dejaron de oírse entre la hierba.

Poema de Walter La Mare

(poetryandmore)

domingo, 5 de junio de 2011

Las estrellas son niños errantes que ignoran la aritmética

Difícil, muy difícil, resulta comprender cómo es posible que el maltrato infantil sea algo tan universal, tan frecuente, tan escandalosamente común, tan silenciado...
Poco, demasiado poco, nos ocupamos de este tema.
Por eso se agradecen tanto iniciativas como la de Montxo Armendáriz con su película:  
No tengas miedo http://www.youtube.com/watch?v=EZPt4ofJi80
Hay días especialmente dolorosos donde los medios de comunicación nos recuerdan el macabro repertorio de maltrato físico, psíquico y sexual practicado a niños y niñas en cualquier parte del mundo y por cualquier tipo de persona o institución.
Así, junto a todas las niñas chinas que dejaban morir en los orfanatos en los ’70 (porque no eran varones)… o los curas y sacerdotes católicos que abusaron y maltrataron a miles de niños durante décadas… o los cientos de hombres que son detenidos cada semana por lucrarse y/o consumir pornografía infantil… o todos los niños vendidos aquí en España durante la primera mitad del siglo XX por médicos y monjas compinchados en decirles a las madres que sus hijos habían muerto…
Ahora, nos enteramos que existen granjas específicas donde los recién nacidos son vendidos como conejillos de indias para todo tipo de rituales -y que no es la primera-; o nos recuerdan el caso de ese individuo que tuvo secuestrada a una niña durante más de veinte años para satisfacerse sexualmente (¡con la complicidad de su esposa!) -y no es el primero-; y mientras vemos la cara del monstruo… nos avisan que estemos atentos pues al parecer, un tanto por ciento muy elevado del maltrato se produce en el ambiente familiar… o en el escolar…, pues justo esa semana han detenido a otro profesor por pederasta… y… al hilo, nos enseñan a un maestro egipcio cuya violencia con unos niñitos nos deja sin aliento.
En fin, la lista de ejemplos es tan larga como desgarradora… tan triste como las certeras palabras del poeta Germán Bleiberg:
¡Tanta luz en tus ojos, tanta noche!
El daño que todos esos malnacidos han hecho y hacen a tantos seres inocentes e indefensos, entristece e indigna a unos niveles indescriptibles.
Dicen que la violencia engendra violencia. Pero seguro que, entre todos esos niños y niñas, habrá muchos cuya bondad, generosidad y dignidad esté -incluso- por encima del inconmensurable maltrato que sufrieron, y que, de adultos, no son en absoluto como sus maltratadores. A todos y cada uno de ellos, mi más profunda admiración y este hermoso poema que Rafael Alberti dedicó a
Los ángeles colegiales
Ninguno comprendíamos el secreto nocturno de las pizarras
ni por qué la esfera armilar se exaltaba tan sólo cuando la mirábamos.

Sólo sabíamos que una circunferencia puede no ser redonda
y que un eclipse de luna equivoca a las flores
y adelanta el reloj de los pájaros.

Ninguno comprendíamos nada:
ni por qué nuestros dedos eran tinta china
y la tarde cerraba compases para al alba abrir libros.

Sólo sabíamos que una recta, 
si quiere, 
puede ser curva o quebrada
y que las estrellas errantes son niños que ignoran la aritmética.
(poetryandmore)